Hoy, 5 de septiembre, no solo marca un día especial para el renombrado actor cubano Omar Alí Pérez, sino también una fecha que irradia alegría y gratitud en el mundo artístico y más allá. Celebramos un año más en la vida de este inigualable talento, quien ha dejado una huella imborrable en el teatro, la televisión y el cine en Cuba y más allá.
A veces, el destino inscribe su llamado en los genes, y así ocurrió con Omar Alí Pérez. Aunque él mismo admite que su incursión en la actuación comenzó como un «embullo», es evidente que lleva la pasión por las tablas en cada fibra de su ser.
Desde temprana edad, Omar Alí exploró diversos senderos, como querer ser chofer de la ruta 10 de ómnibus o incluso arquitecto. Fue su hermano Jorge quien, estudiando en la Escuela Nacional de Arte (ENA), avivó la chispa de la actuación en él. Superando una prueba de ingreso, Omar comenzó su viaje en la ENA.
La timidez inicial que lo acompañaba se desvaneció bajo la guía de Eguren, un pedagogo nato que supo moldear y liberar su potencial. Aunque aún no había terminado sus estudios en la ENA, Omar ya estaba en los escenarios, compartiendo protagonismo con jóvenes talentos como Luis Alberto García, Albertico Pujol y Luisa María Jiménez en novelas como «El tiempo joven no muere» y «La Acera del Louvre».
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En 1982, el escenario del prestigioso grupo Teatro Estudio se convirtió en el lienzo para su arte, bajo la dirección de figuras icónicas como Raquel Revuelta, Vicente Revuelta, Berta Martínez, Abelardo Estorino y Héctor Quintero. Esta etapa se convirtió en un cimiento fundamental en su carrera. Entre giras nacionales y actuaciones en lugares donde el teatro era un descubrimiento, Omar dio vida a personajes en obras de autores clásicos como Chejov y Shakespeare. La televisión se convirtió en un lienzo adicional para su arte, permitiéndole explorar diversos géneros y narrativas. Novelas como «Tierra Brava» y programas infantiles como «La sombrilla amarilla» ampliaron su impacto en la audiencia. Su versatilidad también se reflejó en aventuras televisivas bajo la dirección del maestro Erick Kaup, en títulos como «Rebelión», «El conde de Montecristo», «Agente Secreto» y «El príncipe de los Zorros».
La pasión por la dirección televisiva también germinó en él, llevándolo a cursar un Diplomado en Dirección de Televisión en los años 2005 y 2006. Como resultado, ahora comparte su experiencia como profesor en el Centro de Estudios de la Radio y la Televisión, así como en el ISA. Su firma se encuentra en el programa «Tras la Huella», producido por el Instituto Superior de Ciencia Policiales del Ministerio del Interior.
El cine también recibió su toque distintivo. Películas como «El Siglo de las Luces» dirigida por Humberto Solás, «Havana Blues» de Benito Sambrano, «Penumbras» de Charlie Medina y la próxima «La pared de las palabras» dirigida por Fernando Pérez, atestiguan su versatilidad en la gran pantalla.
Conocido cariñosamente como Omar Alí, este artista multifacético ha cautivado a audiencias a lo largo y ancho de su carrera. Desde su icónico papel como Edgardo en la telenovela «¡Oh, La Habana!» – un papel que le hizo acreedor del prestigioso Premio Caricato en 2006 por la mejor actuación masculina – hasta su trabajo en teatro y cine, su versatilidad y pasión han sido la clave de su éxito.
Detrás de cada hombre excepcional, hay una red de apoyo sólida. Omar Alí no es la excepción. Su cónyuge, Iris Pérez, ha sido su compañera en este emocionante viaje, brindándole un respaldo invaluable. Juntos, han formado una familia, siendo Daniela Alí Pérez el fruto de su amor y un recordatorio de la hermosa vida que han construido juntos.
La influencia de la familia Alí en la escena cubana no se limita a Omar. La tía de Omar, Paula Alí, es un ejemplo brillante de trabajo arduo y dedicación en la industria del teatro. Y su hermano, Jorge Alí, también ha dejado su propia huella en la actuación, siguiendo los pasos de su talentoso hermano mayor.
La pasión de Omar Alí por el teatro, su dedicación a la actuación y su contribución al arte escénico en Cuba han inspirado a muchos y dejado un impacto duradero en la industria. Mientras celebramos otro año en su viaje personal y profesional, recordemos el legado que ha construido y brindemos por muchos más años de éxito, innovación y emocionantes interpretaciones.
Feliz cumpleaños, Omar Alí Pérez. ¡Que este nuevo año te traiga más momentos memorables y logros extraordinarios!