Un interesante descubrimiento revela que las gaviotas tienen un sorprendente poder de observación y elección de alimentos
Según un estudio publicado en Biology Letters, el 95 % de las gaviotas examinadas seleccionaron su comida del mismo color que el alimento consumido por los científicos que las observaban.
Las gaviotas (Larus argentatus) son una de las pocas especies que prosperan en entornos urbanos, donde la presencia humana es predominante. Su familiaridad con nosotros las convierte en un objeto de estudio ideal para investigar la cognición social entre especies.
Investigadores de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, se plantearon una pregunta intrigante: ¿pueden las gaviotas elegir su comida basándose en lo que ven comer a los humanos? Para responder a esta pregunta, se les ofrecieron a las aves dos tipos de alimentos antropogénicos de diferentes colores mientras un observador permanecía quieto o consumía un alimento que coincidía con uno de los presentados a las aves.
Los resultados fueron sorprendentes: cuando el observador comía un determinado alimento, había una alta probabilidad de que las gaviotas seleccionaran ese mismo artículo para picotear. De hecho, el 95% de los picoteos se dirigieron hacia el alimento que coincidía con el color del alimento consumido por el observador. Esto demuestra que las gaviotas pueden utilizar las señales humanas para mejorar su toma de decisiones en cuanto a la alimentación.
Franziska Feist, bióloga y autora principal del estudio en la Universidad de Sussex, comentó: «Hemos demostrado que las gaviotas adultas prestan atención al comportamiento humano y lo aplican a sus elecciones de alimentación. Dado que la urbanización de las gaviotas es relativamente reciente, esta habilidad debe provenir de su inteligencia general y flexibilidad de comportamiento». Estos hallazgos resultan relevantes para mitigar los conflictos entre los humanos y las gaviotas urbanas.
Según Feist, desalentar simplemente a la gente de alimentar directamente a las gaviotas puede no ser suficiente. Por su parte, Madeleine Goumas, experta en gaviotas argentatas de la Universidad de Exeter, quien no participó en el estudio, mencionó: «Ya sabíamos por investigaciones anteriores que las gaviotas utilizan información de las personas para buscar comida. Pero este estudio muestra que no solo estamos atrayendo la atención de las gaviotas hacia la ubicación de la comida, sino que también están aprendiendo sobre el tipo de comida que consumimos».
El estudio, fascinante y revelador, proporciona una visión más profunda del comportamiento inteligente y adaptable de estas aves en entornos urbanos.