Hoy, 13 de septiembre, celebramos el cumpleaños de una verdadera leyenda de las artes escénicas: Amada de la Caridad Morado Aguiar, nacida en La Habana en 1944. Esta talentosa actriz cubana ha forjado una carrera impresionante a lo largo de los años y ha dejado una huella imborrable en el mundo del teatro, la televisión, el cine, la radio y el doblaje.
Desde temprana edad, Amada Morado soñó con convertirse en artista, inspirada por las actuaciones que veía en la televisión y la radio. A pesar de la resistencia de su familia, que consideraba que el arte no era una ocupación adecuada para una joven, Amada siguió su pasión. Se inscribió en la Academia Municipal de Arte Dramático a los 14 años, y este fue el primer paso en su viaje hacia la actuación.
La vida de Amada no fue fácil en sus primeros años de búsqueda artística. Después de la Revolución Cubana, se vio obligada a enfrentar varios desafíos, incluyendo su movilización durante la invasión de Playa Girón y trabajos en fábricas para mantenerse a sí misma. Pero su determinación y amor por la actuación nunca disminuyeron.
Su carrera artística comenzó de manera amateur en grupos de danzas folklóricas y teatro de aficionados, pero pronto dio el salto al mundo profesional. En 1967, debutó en el teatro profesional en «Fiebre de primavera» de Noel Coward, dirigida por Rubén Vigón. Esta fue su primera incursión en un camino que la llevaría a trabajar con algunos de los nombres más importantes del teatro cubano.
Uno de los hitos más significativos en la carrera de Amada fue su participación en Teatro Estudio, donde tuvo la oportunidad de aprender de maestros del teatro cubano como Berta Martínez, Raquel Revuelta, Abelardo Estorino y Héctor Quintero. Allí, experimentó con una variedad de géneros y estilos teatrales, lo que la enriqueció enormemente como actriz.
En 1991, junto con Raquel y Vicente Revuelta, Amada emprendió una nueva aventura al fundar la Compañía Hubert de Blanck. Esta etapa de su carrera también estuvo llena de éxitos y desafíos, pero Amada nunca dejó de perseguir su pasión por la actuación.
Además de su destacada carrera en el teatro, Amada Morado ha dejado una huella indeleble en la televisión cubana. A lo largo de 17 años, ha asumido una variedad de roles memorables, siendo el personaje de Emelina en «Destino prohibido» uno de los más queridos por el público.
Pero la carrera de Amada no se limita a la actuación en pantalla y escenario. Desde 1993, ha estado comprometida con la extensión cultural comunitaria a través de su taller de teatro infantil llamado «Hacedor de Sueños», donde trabaja con niños de la comunidad aledaña a la Sala Teatro Hubert de Blanck.
Amada Morado es una actriz apasionada y dedicada que ha enriquecido la escena artística cubana con su talento y perseverancia. Amada a encarnado una amplia gama de personajes en teatro y televisión, cada uno aportando a su crecimiento personal y artístico.
A lo largo de los años, ha participado en festivales destacados, como la Jornada de la Cultura Cubana en la Unión Soviética y Bulgaria en 1979, el Festival Internacional de Teatro en Yugoslavia en 1980, el Festival de Teatro de Caracas en 1983, y giras por países como Nicaragua y México.
Amada Morado también ha servido en jurados de concursos y festivales, evaluando y promoviendo el talento emergente en las artes escénicas.
Su destacada trayectoria ha sido reconocida con múltiples lauros y distinciones, incluyendo el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida, la Medalla Alejo Carpentier, y el Premio Pequeña Pantalla de la Televisión cubana, entre otros.
En su cumpleaños, celebramos a Amada de la Caridad Morado Aguiar y aplaudimos su contribución invaluable al mundo de las artes escénicas. Su historia es un testimonio inspirador de cómo la pasión y la determinación pueden llevar a alguien a alcanzar grandes alturas en el mundo del arte. ¡Feliz cumpleaños, Amada!