Gleisis Estrada, una joven artista cubana, encontró en la música el camino que la llevó desde su Cuba natal hasta Uruguay, donde hoy brilla en varias bandas. Mientras se presenta en el escenario, su voz y su trompeta fusionan la dulzura con la potencia, transportándola a un mundo de pasión musical.
Desde su llegada a Uruguay hace cinco años, Gleisis ha estado inmersa en un torbellino de ensayos y presentaciones con bandas como Kumbiaracha, Cumbia Club, La Candombera y más. A pesar de su apretada agenda, anhela tener más tiempo para estudiar canto y componer sus propias canciones.
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Su relación con la música comenzó en la Isla de la Juventud, donde su abuela la introdujo en el mundo de la música desde una edad temprana. Aunque inicialmente eligió tocar la trompeta por falta de clases de canto, con el tiempo desarrolló un profundo amor por el instrumento.
Su mudanza a La Habana a los 14 años la expuso a la escena musical y la llevó a estudiar música en la universidad. Allí, se unió a bandas como Las Chicas del Sol y tocó en orquestas de renombre.
Sin embargo, fue el amor por la música y un encuentro con el percusionista uruguayo Joaquín Bergamino lo que la llevó a emigrar a Uruguay. Bergamino, su novio, decidió regresar a su país natal después de completar su formación musical en Cuba.
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En octubre de 2018, Gleisis dejó Cuba por primera vez y se enfrentó a la experiencia de viajar sola al extranjero. Desde entonces, ha encontrado en Uruguay un ambiente musical colaborativo y ha tenido la oportunidad de formarse en estilos como el candombe y el jazz.
A pesar de su amor por Uruguay, Gleisis extraña a su familia en Cuba y espera que algún día puedan verla actuar en vivo. Además, ha luchado con los desafíos de la burocracia migratoria, como la obtención de visa y la ciudadanía.
Gleisis Estrada, una talentosa migrante cubana, sigue cosechando éxitos en Uruguay mientras anhela el día en que su familia pueda verla en el escenario, lo que sería la realización de uno de sus sueños más grandes.
