La popular serie «Los pequeños fugitivos» nos llevó en un viaje a la Cuba de los años 50, donde la amistad entre dos niños de distintas clases sociales se convirtió en el eje central de una emocionante historia. En esta travesía llena de suspenso y camaradería, Ernesto del Cañal, conocido como ‘Tony’, destacó como uno de los protagonistas, dejando una marca imborrable en el recuerdo de los televidentes. Hoy nos adentramos en la vida de Ernesto del Cañal, el joven actor que dio vida a «Tony», y exploramos cómo ha forjado su camino después de la popularidad.
La serie se sumergía en la vida de Tony y Felito, quienes, tras ser testigos de un crimen, se veían forzados a escapar y emprenden un viaje inolvidable desde Pinar del Río hasta el Oriente cubano, escapando del asesino Quiroga y su perspicaz perseguidor, Bandurria. A medida que huían por toda Cuba, su amistad se fortalecía y las aventuras se multiplicaban.
Ernesto del Cañal, originario de La Habana, encontró en esta serie su primer trampolín televisivo. Bajo la dirección de Willy Franco, este actor encarnó el papel de «Tony» en la versión más reciente de la serie, que se emitió en la década de 2000. «Los pequeños fugitivos» trascendió la pantalla para quedarse en el corazón de los televidentes y catapultar a Ernesto del Cañal a la fama.
Tras su participación en «Los pequeños fugitivos», Ernesto del Cañal continuó su camino en el mundo del entretenimiento. No solo obtuvo su título de Licenciado en Arte Teatral, especializándose en actuación en el Instituto Superior de Arte (ISA) en La Habana, sino que también siguió forjando su carrera en la actuación tanto en la televisión como en el teatro.
A lo largo de los años, el talentoso actor formó parte de diversos proyectos, desde espacios policíacos hasta participaciones en series como «Con palabras propias». Su pasión por las tablas lo llevó a trabajar con productores y directores internacionales, como el británico Stephen Bayly y el alemán Roland Schimmelpfennig.
Ernesto del Cañal también incursionó en la industria cinematográfica, dejando su huella en películas como «La Partida», «Pappa», «Yunaisy», «Cuatro puertas» y «Cuatro estaciones en La Habana», entre otras. Su determinación lo llevó incluso más allá de las fronteras, cuando en 2016 se trasladó a México, donde continuó nutriendo su carrera en el teatro.
En la actualidad, el talento de Ernesto brilla desde Canadá, donde reside con su esposa Joanna Gómez Carbonell y su hija Alba. Aunque ha tomado un paso atrás en la actuación, no ha dejado atrás su creatividad. La postproducción audiovisual es su nueva travesía, un camino que le permite explorar su pasión por la creatividad en el mundo del cine.
A pesar de las nuevas direcciones que ha tomado, los anhelos y desafíos persisten en su horizonte. Ernesto confiesa que aún siente el deseo de sumergirse en la comedia, un género que considera especialmente desafiante. Y aunque sus días en el centro de la atención han evolucionado, su amor por el arte y su búsqueda de nuevos desafíos siguen siendo el motor que lo impulsa a seguir adelante.
Ernesto del Cañal ha dejado una huella imborrable en el corazón de cada cubano. Su talento y actuaciones han sido el regalo que sigue dando, llenando vidas con recuerdos inolvidables.