La NASA se enfrenta a una decisión crucial: seleccionar a los astronautas que conformarán la primera tripulación en llegar a Marte.
La elección del equipo idóneo, preparado psicológica y físicamente, así como experto en las áreas clave requeridas en el planeta rojo, adquiere una relevancia sin precedentes.
¿Deberían ser exclusivamente mujeres los tripulantes de esta histórica misión?
Un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista Scientific Reports sugiere que sí. Según sus hallazgos, el equipo perfecto para viajar a Marte estaría compuesto únicamente por mujeres. Esta propuesta busca maximizar la eficiencia y permitir que un grupo avanzado establezca la infraestructura básica necesaria para futuras misiones.
La investigación, llevada a cabo por un equipo de científicos del Equipo de Medicina Espacial de la Agencia Espacial Europea en Alemania, reveló datos sorprendentes. Las astronautas femeninas presentan necesidades de hidratación más bajas, menor consumo total de energía, oxígeno (O2), dióxido de carbono (CO2) y producción de calor metabólico en comparación con sus contrapartes masculinos. Estos resultados respaldan la idea de formar un equipo exclusivamente femenino para la misión a Marte.
Es importante recordar que el viaje a Marte desde la Tierra tiene una duración aproximada de siete meses, lo que convierte la selección de la tripulación en un factor crucial. Reducir la masa y el volumen de alimentos que deben ser transportados y almacenados junto con la tripulación es fundamental. En este sentido, las astronautas femeninas presentan una ventaja evidente.
Hasta ahora, solo el 15% de las más de 600 personas que han viajado al espacio eran mujeres. Si analizamos la exploración lunar, la situación es aún más desigual: ninguna mujer ha orbitado la Luna ni ha puesto un pie en su superficie. Es hora de cambiar esta realidad.
La nueva investigación sugiere que tanto la NASA como otras agencias espaciales deberían considerar tripulaciones exclusivamente femeninas para misiones espaciales prolongadas. Las astronautas se perfilan como la elección ideal debido a su menor requerimiento de oxígeno, producción de calor y necesidad de agua diaria. Además, el cuerpo femenino tiende a ser más liviano y pequeño, lo que supone un ahorro significativo de calorías, oxígeno y recursos vitales durante misiones de larga duración.
Esta idea no es nueva. Surgió en la década de 1950, cuando W. Randolph Lovelace II y el general de brigada Donald Flickinger propusieron que sería más ventajoso enviar mujeres como astronautas en lugar de hombres.
Los resultados del estudio son contundentes: en una misión de 1080 días, una tripulación compuesta por cuatro mujeres requeriría 1695 kg menos de alimentos en comparación con una tripulación mixta o exclusivamente masculina. Esto representa un ahorro económico de más de 158 millones de dólares y liberaría 2,3 metros cúbicos de espacio, equivalente al 4% del volumen habitable de la nave espacial.
La senda hacia Marte está abierta y las mujeres lideran el camino. Su eficiencia científicamente comprobada respalda su papel fundamental en la exploración espacial. Es momento de aprovechar su potencial y reconocer su valiosa contribución en este emocionante viaje hacia lo desconocido.